El Tai Chi es una disciplina de origen chino que nació como un arte marcial y que, practicada con continuidad, beneficia la salud física, mental y emocional de los practicantes.
Se aprenden distintas secuencias de movimientos lentos, armónicos, circulares y amplios acompañados por respiración lenta y profunda.
Algunos de sus beneficios son, fortalecimiento de músculos y huesos, aumento de equilibrio, energía y resistencia, flexibilidad y agilidad. Regula la presión arterial, disminuye el estrés, la ansiedad y el insomnio. Mejora la atención plena y la memoria. Y refuerza el sistema inmune.
Se recomienda un mínimo de dos clases semanales y realizar la práctica personal diariamente a fin de profundizar la conciencia del propio cuerpo, las distintas técnicas y la secuencia de cada forma.